26/6/07

La vida se estanca


Cerró los ojos y vio grandes nubes, blancas o grises, los abrió nuevamente y se dio cuenta de que las nubes habían invadido el lugar, no porque así hubiese tenido que ser, sino más bien porque él así lo había hecho.
Había volteado también la vista a la luz del sendero que discurría cercano al lago de los pensamientos placenteros, tapado los oídos a los gritos que la llamaban a regresar a las cuevas de penumbras y dado la espalda a todo lo que, con letras monocolores, decía: la vida se estanca.

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