29/10/07

Otra de otoño, en Amarillo

Si a la orilla de un río tranquilo, rodeado de exaltada naturaleza verde, amarilla, en ocre tierra y en la tierra te arrodillas a refrescar la mano un instante y piensas, que es la misma agua que sus dedos bebieron, la misma agua que acaricia ahora esta hoja ya casi marchita…
Si te llega el soplo de su brisa, como una risa, en medio de las tuyas, las incontenidas, ya sea en su ausencia, ya sea en el rincón de tu recuerdo, ya sea sabiéndolo al otro lado del árbol de otoño que tu mirada atisba...

Y al imaginarle se te escapa un gemido de añoranza, como el de la hoja caida, un vahído de ausencia, de echar de menos, de deseo, de salir volando hacia él como vuela la hoja en el viento…
Si en los ratos abandonados por la soledad sentida viene a visitarte, atrevidamente, dulce, viviendo en ellos, como la hoja que se cuela por la rendija y te acompaña en la tarde maldita…
Si a cada segundo del día, sientes, sientes, sientes, que es su presencia la que te acompaña,
al igual que la hoja que se prende de una solapa…

Si imaginas cómo le gustaría pasear por una calle, alfombrada por el eco de sus huellas, con terciopelo en las plantas de vuestras pisadas, tomándote de la cintura, llevándote de la mano, como esa hoja que se aferra al árbol…
Si desesperas por una caricia sobre tus rasgos, tu pelo, tu cuello, tus hombros,
del mismo modo que acaricia la hoja tu rostro…

Si padeces todos o gran parte de estos síntomas... ¡no dejes que ningún médico los cure!
No es gripe, es el amor...aunque éste nos haga enfermar con frecuencia.

16/10/07

Otoño en Rojo

Busco los calcetines, pego la nariz a la ventana y me siento a esperar tiempos mejores. Este otoño viene cargado de rojo, de tórrida impaciencia, de venas infladas por furia, de sangre en las órbitas de los ojos.
Y en un bosque, con crujientes pisadas a cada paso, con tiernos colores escarlata en sus hojas, colocadas en puzzle perfecto sobre el suelo, en alfombras de terciopelo
o mecidas en el agua.
Y otras, subidas en los árboles, escalando los peldaños del cielo, y ellas, las viejas, más ocres, pálidas en su lamento, por verse abandonadas cayendo en remolinos de viento cuyo movimiento pareciera reírse oscilando al compás.

Hacia un lado y hacia el otro, cambiantes en color, vacilantes en sus vaivenes, se dejan caer, y se dejan impulsar por el grito que el viento deja en el hueco de la memoria. Son como los alti-bajos de la emoción.

Y cada hoja es un recuerdo que yace y me dice que no hunda los pies entre las flores moribundas, que salga a respirar el olor de la higuera, el abrazo del chopo y miro el calendario y punteo, uno, dos, tres, cuatro…

Pero durará lo que tarde en llegar el invierno y pronto volará nieve...
o colores dorados sobre la tierra.


3/10/07

One Mariposita

One mariposita flying que te flying in the garden

When de repente.... PLOF!

ostia whit the flower!